



Yo a Nena la veía y aún sigo viéndola como la perra que se refugiaba en el rincón más alejado de la puerta y con mucho miedo a las personas.
La lógica se impuso y Nena viajó a Francia, teníamos que darle esa oportunidad, ella solo conocía la jaula desde que nació y como la naturaleza es sabia Nena respondió bien y ya está adoptada y adaptada a su nueva vida y tiene muy contentos a sus adoptantes. Enhorabuena Nena.