


Curro se llama ahora Ninio. Ya ha ido al veterinario; de vuelta en el coche, empezó enseguida a jugar. La primera noche fue muy bien, y desde el dia siguiente, tomó posesión de su cojín, de la casa y del jardín, que le encanta recorrer. Se ha convertido en un aguajereador de calcetines y experto en darle la vuelta a las zapatillas. Pero sobre todo, es adorable, un amor. Agradecemos a todo el equipo el habernos dado la posibilidad de tenerlo y por todo el trabajo que llevais a cabo. Hasta muy pronto para otras noticias.Liliane et Michel